Gyokuro significa literalmente Rocío de Jade. Es uno de los más finos y delicados tés verdes japoneses y posiblemente el que se prepara a más baja temperatura que ningún otro. Es tan importante no escaldar el té con el agua demasiado caliente durante la preparación que hay implementos de porcelana como los houhin que están especialmente diseñados para disipar el calor y algunos, como el que ofrecemos nosotros, carecen de tapa.
El té Gyokuro se elabora con las primeras hojas que brotan en primavera para concentrar en el té, todos los nutrientes y minerales que las plantas capturaron mientras pasaban el invierno en un estado de metabolismo reducido o hibernación. Su sabor es suave pero definido, umami como ninguno y salado como todos los té verdes japoneses que no han sido tostados como el houjicha.
Esta variedad está elaborada con el cultivar Asahi, uno de los más escasos de la isla pero también uno de los más adecuados para elaborar Gyokuro y también matcha. El cultivar Asahi se caracteriza por hojas delgadas, bajo rendimiento en cantidad y sabores pronunciados y aromáticos.
Preparación y pleno aprovechamiento
El Gyokuro es tan preciado en Japón que habitualmente se consume en tres fases, y en la última es ingerido:
- El Espíritu del Té
Consiste en una muy pequeña cantidad de infusión que se obtiene de poner en contacto las hojas, con apenas el agua suficiente para hidratarlas. El agua debe estar a un maximo de 60° celcius y por el mínimo tiempo necesario para hidratar las hojas. El líquido resulante, que son unas pocas gootas, se distribuyen entre los invitados.
- Infusión normal
En este paso, las hojas se ponen en contacto con tanta agua como ssea necesaria para preparar el contenido total del recipiente: si se trata de una tetera de 300 ml, entonces serán 3 gramos por 3 minutos en 300 ml de agua. Y como todo té fino, se puede repetir un par de veces antes de pasar a la fase final.
- Ensalada de Gyokuro
Cuando ya las hojas están exhaustas de haber preparado té, se extienden en un plato bajo, se rocían con jugo fresco de limón y se aderezan con un poco de salsa de soya.
Este fino té verde japonés puede ser sorprendente incluso hasta para los más refractarios del tipo. Aquellos que nunca quisieran consumir un té verde.
