De sabor intenso pero con un cuerpo suave y agradable, este aromático té negro ahumado es una versión comercial más intensa y económica del famoso Lapsang Souchong que también ofrecemos en su versión original.
El té ahumado tiene sus orígenes en la zona de producción de Wuyishan en la provincia de Fujian, China. A partir de la primera mitad del siglo XIV, partían cargas de té que se comercializaban en la ciudad norteña de Shanxi y llegaban desde ahí hasta Mongolia y Rusia en largas caravanas.
La costumbre rusa de tomar té ahumado derivó de las múltiples paradas que hacían estas caravanas en el largo trayecto desde China, en las cuales las cargas de té quedaban expuestas al humo de las fogatas que hacían durante la noche para iluminar y templar los campamentos.
A partir del año 1725, todo el comercio de té entre China y Rusia se llevó a cabo desde la ciudad fronteriza de Kyatktha (que en ruso significa la Ciudad del Té) y consolidó a Wuyishan, en el norte de la actual Provincia de Fujian, como el origen desde el cual los rusos formaron su gusto por el té.
Desde esos años el té es ahumado en grandes bodegas en las cuales las hojas absorben el humo de la madera quemada de un pino de la zona que le da su aroma y sabor caraterístico.
Siendo fácil de imitar, hay muchas provincias en China que producen té ahumado como éste, pero el auténtico Lapsang Souchong sólo es producido en los confines del Parque Nacional, Reserva de la Biósfera y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.